28 octubre 2024.- El que será el primer ‘hospice’ infantil de nuestro país ya tiene la primera piedra. Hoy han empezado las obras del Pabellón de la Victoria impulsado por la Fundación Villavecchia y con el que la Fundación Xana colabora destinando un 15 por ciento de su recaudación anual. Un proyecto del que es embajador y colaborador desde sus inicios nuestro presidente y patrono fundador, Luis Enrique Martínez.
El Pabellón de la Victoria, que será un espacio de atención y apoyo integral en cuidados paliativos pediátricos, siguiendo el modelo 'hospice' internacional, se convertirá en el primer centro de estas características del país (todavía no hay ninguno en funcionamiento en España), y quiere garantizar la mejor calidad de vida a los niños gravemente enfermos y sus familias en todo el proceso, ofreciendo estancias de respiro y dando el apoyo necesario en el final de vida, así como en la despedida y el duelo. El centro, que promueve la Fundación Villavecchia conjuntamente con la Fundación Privada del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y la Fundación de Gestión Sanitaria del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, se ubicará en el actual pabellón de Santa Victoria, en el recinto histórico de Sant Pau, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
“Desde Fundación Xana creemos imprescindible que haya centros de apoyo integral, que faciliten espacios de respiro para ayudar a las familias con niños y niñas en situación de enfermedad grave y acompañarlas durante el difícil proceso de final de vida”, explica Bela Cullell, directora de la Fundación Xana. A dia de hoy, se estima que en Cataluña hay más de 1.500 niños con necesidades de cuidados paliativos pediátricos y otros 1.500 con enfermedades crónicas complejas.
Cuando esté en funcionamiento en 2026, el Pabellón de la Victoria dará servicio al conjunto de hospitales integrados en la Red de Atención Paliativa Integral de Cataluña, mientras que el Hospital de Sant Pau asumirá su gestión. Asimismo, se incorporará a la cartera pública de servicios sanitarios con el apoyo de los Departamentos de Salud, Derechos Sociales y Educación de la Generalitat de Catalunya.
En su primera fase, las obras se centran en la restauración de la fachada y la cubierta modernista del pabellón. El edificio fue construido hace un siglo gracias a la donación de la familia de una niña, la pequeña Victòria Girona, que murió a finales del siglo XIX a causa de una enfermedad, y fue dedicado originalmente a la atención de niños y niñas enfermos.
El proyecto ha recibido el apoyo de profesionales de más de 20 'hospices' de ámbito internacional, que han colaborado en su diseño, e incluirá espacios de encuentro y cuidado para los profesionales, desde donde se impulsará el conocimiento y la investigación en cuidados paliativos pediátricos, y también la sensibilización sobre la enfermedad y la muerte de los niños, promoviendo la implicación de la comunidad y el apoyo a entidades y centros educativos.