10 de mayo 2024.- La fisioterapia oncológica es una especialidad que trata las secuelas de un proceso oncológico, ya sea por una cirugía, la quimioterapia o la radioterapia, entre otros. El principal objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes. Pero la tarea de un fisioterapeuta oncológico va más allá de tratar las secuelas de la enfermedad, también hay una importante tarea de educación, de prevención y seguimiento. En el caso de los niños, el reto se multiplica. “Lo que intentamos es que vuelvan a ser niños. Son niños con una enfermedad, pero son niños. Nuestro objetivo es que puedan volver al día a día que tenían en la mejor condición posible”, explica Alex Montesinos, fisioterapeuta especializado en oncología que colabora con la Fundación Xana.
¿Qué es la fisioterapia oncológica?
La fisioterapia oncológica es una rama de la fisioterapia que trata los pacientes que han sido diagnosticados de cáncer, independientemente del tipo de cáncer y el momento en que se encuentren. Lo más habitual que pensamos cuando hablamos de fisioterapia oncológica es el tratamiento de las secuelas derivadas del proceso oncológico, y es correcto, pero este tratamiento es uno de los cuatro pilares fundamentales de la fisioterapia oncológica. Dedicamos un buen tiempo a una correcta valoración de la sintomatología, de la condición física, del estado funcional, de las secuelas generales y específicas que puedan haber y de necesidades que pueda tener la persona. Además dedicamos un tiempo para educar y prevenir las secuelas derivadas de los tratamientos que tengan o puedan llegar a tener. Facilitamos consejos sobre el tratamiento que recibirán, fomentamos un estilo de vida saludable y animamos a que tanto el paciente como la familia tengan un rol activo en su recuperación.
¿Cómo puede ayudar la fisioterapia oncológica en un proceso de enfermedad. ¿Cuáles son los principales beneficios?
La fisioterapia permite ayudar antes, durante o después del proceso oncológico, independientemente de la edad, el tipo de cáncer, el tratamiento recibido y las secuelas presentes o futuras que puedan haber. Un tratamiento individualizado a cada paciente, ayuda a mejorar la fuerza, la resistencia, la estabilidad, la coordinación, el estado de ánimo, la función y el dolor, entre otros. En definitiva, la fisioterapia es beneficiosa de manera directa con el paciente y de manera indirecta con la familia, mejorando así la calidad de vida de los niños o adolescentes para que puedan volver a reír, disfrutar y estar con su familia y amigos.
¿Qué aporta especialmente a los niños la fisioterapia oncológica?
Son niños con una enfermedad, pero son niños. Nuestro objetivo es que puedan volver al día a día que tenían en la mejor condición posible. Intentamos que sea un trato próximo, humano y a la misma vez divertido y ameno, independientemente de la edad.
¿Cuándo te especializaste en fisioterapia oncológica infantil y por qué?
Me empecé a fijar en tercero de carrera. En un inicio entré por la fisioterapia deportiva. Pero mi madre trabajaba como enfermera en el área de oncología infantil de un hospital. Esto me llevó a pensar si la fisioterapia podía tener una utilidad en este entorno. Por otro lado, siempre había trabajado con niños, como monitor de campamentos, profesor de judo...siempre me ha encantado estar con niños y adolescentes... Siempre había trabajado con niños sanos y no sabía tampoco si sería capaz de hacerlo con niños enfermos. Es por eso que fui voluntario tres años en la planta de oncología infantil del Valle de Hebrón, para saber si sería capaz. Y la respuesta me sorprendió, no solo era capaz, sino que además veía que los niños y adolescentes sonreían y juntos teníamos más momentos divertidos y felices, que tristes, a pesar de que (no te lo negaré) el primer día, para mí fue muy duro. Gracias a esta inquietud, durante toda la carrera estuve haciendo trabajos, investigación de información, etc. sobre la fisioterapia en el ámbito oncológico infantil. El trabajo final de carrera ya lo hice sobre los beneficios de la fisioterapia y el ejercicio al paciente oncológico infantil hospitalizado. Posteriormente me formé en fisioterapia oncológica tanto en paciente adulto, oncogeriatría y oncología infantil.
¿Cómo es una sesión infantil?
Lo primero que hacemos es hablar con el niño y la familia, más adelante se realiza una valoración específica de las secuelas y una valoración general de la condición física, además si fuera necesario se realiza un mapeo del dolor o la secuela. La prioridad es reducir el dolor y mejorar la función, para así tener una mayor calidad de vida. Después ya empezamos el tratamiento de forma más específica de la musculatura y/o estructuras afectadas. Posteriormente se puede hacer una breve re-valoración para ver si ha habido alguna mejora en la fuerza, estabilidad, movilidad...Finalmente, se dan consejos sencillos a la familia para que puedan ir trabajando a lo largo de la semana con su hijo o hija, por así ir mejorando la función día a día.
¿Este servicio está al alcance de todo el mundo?
A día de hoy desgraciadamente es difícil que puedan recibir este tipo de servicios fuera del hospital con una óptima frecuencia. Cuando el paciente se marcha del hospital, no tiene tanto seguimiento como cuando está ingresado. Si la familia decide ir a rehabilitación de manera privada, cada sesión de rehabilitación tiene un coste aproximado de 40€ para arriba, siendo difícil poder tener una buena frecuencia si la familia no se lo puede permitir. Por eso es tant importante la figura del fisioterapeuta en las asociaciones y fundaciones. Desgraciadamente, pese a los beneficios que aportan y la mejora de la calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes, siguen habiendo carencias de fisioterapeutas en el tercer sector. Aun así, me hace estar muy contento e ilusionado que la Fundación Xana tenga uno y que pueda ser yo.